Mostrando entradas con la etiqueta libertad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta libertad. Mostrar todas las entradas

domingo, 12 de marzo de 2017

Primera protesta para el cierre de los mataderos en Mallorca



El mes de febrero de este año 2017 tuvo lugar la primera protesta para el cierre de los mataderos en la isla de Mallorca.

Si bien la participación fue de unas 18 activistas en total, podemos decir con la boca bien ancha que estamos orgullosas de que Mallorca se haya sumado a la modesta pero pionera lista de municipios españoles que han reivindicado por vez primera una causa de esta índole.
Como muchas ya sabréis, los grandes cambios de la humanidad, los mas valiosos, han venido precedidos de pequeños grupos de personas que en un principio fueron consideradas como "locas" por tener unas ideas demasiado diferentes a las del resto de la sociedad.


Afortunadamente poco a poco los cambios van surgiendo, y el mundo va cambiando, pero no gracias a las quejas de una sociedad que tiende a llorar sobre la almohada o sobre la barra de un bar, si no gracias a individuas como las que en ese momento pusieron sus caras, su esfuerzo y su tiempo saliendo a la calle a protestar para reivindicar una justicia que todo el mundo merece y desea para sí y que muy pocas entienden cuando con ello se pierden los privilegios autoadquiridos.


Es por ello que desde aquí queremos dar difusión a este pequeño  
gran acto de subversión, de antiespecismo y de amor por la vida.
A pesar de que en su momento los medios de comunicación de la isla fueron informados del acto y de que ninguno acudió ni decidió mostrar interés alguno por este evento, podemos decir que en verdad se perdieron algo que es y será por siempre un gran momento histórico del cambio de la humanidad.

Gracias a todas y cada una de las personas que asistieron ese día, gracias por ser parte del cambio, por ser parte de la solución, algún día, cuando vosotras ya no estéis, alguien verá vuestros actos de lucha como un acto heroico en una época oscura y aberrante de la historia de la humanidad.

Y las mujeres en especial, gracias, la revolución será en femenino o no será!

viernes, 8 de abril de 2016

Vendiendo el veganismo como quesos vegetales.

Si bien es cierto que hoy por hoy casi todo el mundo sabe que veganismo es sinónimo de vegetales en la mesa, la realidad es que todavía hay mucho desconocimiento. Y no es para menos ya que el veganimo es algo bastante mas profundo que una receta sin nada de origen animal.

La vara de medir el éxito de las grandes organizaciones salta por los aires y estiman que el número de veganas esta creciendo como la espuma a día de hoy, algo que seria realmente un éxito si no fuera por un detalle muy importante que éstas están pasando por alto y a placer.

Y es que vender un colorido mensaje con el mejor de los marketings para lograr que los barómetros crezcan a toda velocidad, nunca fue una buena idea, y desde dentro del colectivo antiespecista y abolicionista de la esclavitud animal llega a dar la sensación de que se están buscando buenas estadísticas y vendiendo el lema como churros baratos con tal de lograr unas cifras jugosas.

Tristemente a día de hoy no solo esta en venta el queso vegano, no, hoy en día cualquier organización puede vender el veganismo de manera yankee con tal de lograr los objetivos marcados, y claro está,  como gana mas el que mas vende y hacer socios prima, vender la palabra veganismo a bombo y platillo parece ser un buen plan para poder seguir estando en la ola de lo que ya han llegado a  llamar ´´tendencia``.

Parece que han olvidado la palabra antiespecismo, y yo me pregunto por que, será porque es mas larga, o menos cuca, o porque implica mucho mas que comer simples vegetales en una mesa. Será que es menos fácil de vender, menos correcta, mas extremista, menos bonita, mas inquietante, menos cómoda.

Será que es mejor para las víctimas que en esta causa se acepte no comer carne los lunes, aun que jamás viésemos bien aceptar una campaña en la que no maltratásemos a las mujeres los martes. Todo es cuestión de lo mismo, del especismo, de la lentitud y la calma con la que nos podemos permitir tomarnos las cosas, del poco aprecio a las palabras, o de la rapidez con la que algunos pretenden vender quesos veganos en lugar del antiespecismo de base.

Y lo es, es así, comer verduras poco o nada tiene que ver en realidad con el veganismo, y con razón que no se entienda, ya que gracias a estos conceptos de usar y tirar, la gran mayoría de la sociedad aun se pregunta que tiene que ver el uso de lana o seda con el veganismo, y con razón cada día nos encontramos veganas que usan zapatos de cuero reciclados o llevan carteras de piel sin ningún pudor, veganas que ni saben ni se interesan por listados de experimentación animal, y que no tienen ni idea de que es angora o cochinilla.

Lógicamente no podemos pretender que alguien que se ha iniciado al veganismo sepa todo de la noche a la mañana y que tenga todas las ideas claras, pero si desde un principio se da como correcto que lo que mas prima es simplemente comer vegetales cocinados sin nada de origen animal, la llevamos clara, la llevamos clara si a que aquellas que muestran un interés no se las explica la base de aquello por lo que se supone que van a cambiar.

Si vendemos, lo vendemos todo, y lo que a un precio módico se vende, rápido se va, como rápido dejan de interesar las dietas milagro, los remedios naturales, las causas ecologistas, los problemas de recursos en el tercer mundo y muchas otras cosas mas.

Los cambios por los que luchamos deben llegar para quedarse, y para ello no nos bastará con pomposas recetas y caras de famosos comiendo vegiburguers en las portadas de revistas de moda, para que se queden necesitaremos un tiempo mas, un tiempo necesario y responsable que deberíamos aceptar como condición para que las víctimas sean libres de verdad y no vuelvan a las jaulas jamás, un tiempo para que el mensaje no acabe en la basura por haber sido tratado y vendido como una moda mas.

El Veganismo debería ser antiespecismo, frente de liberación animal, abolicionismo, lucha, arduo trabajo. Debería ser una meta a la que llegar a base de hacer entender algo tan importante como sencillo, y es que los animales son individuos que deben adquirir ya lo que les pertenece como ese alguien que son en todos sus aspectos.

Y con razón dicen algunas, menos veganimso y mas liberación animal, a lo que añado, menos logos o corporativismo y mas activismo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Cuando cayeron las gafas.


Sucedió pasando por un prado precioso por el que iba cada día. Era el clásico campo arado lleno de amapolas y almendros en flor, con sus animales pastando apaciblemente, un marco idílico donde aquellos seres encajaban a la perfección, el verde, las montañas, el cielo azul y el Sol, todo aquello me reconfortaba y me hacia pensar que ellas vivían incluso mejor que yo.

Hasta que un día, como otro cualquiera, noté que la fuerza de la gravedad se deslizaba sobre mi nariz por el peso de unas gafas que ni siquiera sabía que tenia, que ni tan siquiera reconocía como propias, porque en verdad son mas bien ajenas, son esas gafas invisibles del especismo o del bienestarismo que nos encasquetan a todas desde los primeros años de vida.

Aquello sucedió porque dos o tres días antes me había atrevido a observar a través de un documental, la estructura nazi en todo su esplendor, es decir, como funcionaban, que hacían con esos seres sintientes a los que llamaban por en cima del hombro ´´judíos``, y a los que trataban a modo de ´´cosas`` simplemente por ser diferentes a sus opresores nazis.

Encadenados, supeditados, tratados como una masa, marcados con números, encerrados en recintos, obligados a pertenecer a otros que así lo decidieron por ellos, sin opción de ser ellos mismos, de ser libres, siendo rapados, separados de sus hijos, asesinados sin precio aviso y en cualquier momento, delante de todos los demás, utilizados para hacer zapatos de piel, para hacer jabones con la grasa de su cuerpo...Y mil atrocidades mas.

Obviamente todas aquellas imágenes me hicieron pensar, y mucho, de hecho no me las podía quitar de la mente, y mientras le daba vueltas una y otra vez al terror, a la injusticia de aquello, mi alma rezaba para que algo similar no se repitiera jamás, bajo ningún concepto, lema, o supuesta supremacía.

Y de repente, como cualquier otro día, volví a pasar por mi idílico prado, y ahí fue cuando se cayeron esas gafas, y con ellas cayeron también las flores de almendro y las amapolas, y se marchitó de golpe toda la belleza, la paz y el color de aquel paisaje, y nacieron de la nada, como si nunca jamás hubieran estado delante, las vayas grises, las marcas con números en sus cuerpos, el pelo rapado, la supeditación, la invisible obviedad de no ser realmente libres, de ser separadas de sus familias, ser asesinadas en cualquier momento con miedo, sangre y dolor, acabando por ser tan solo cuero para zapatos, grasa para jabón, un jersey de lana, o cualquier otra ´´cosa``.

Y lo vi horrorizada, vi que se repetía otra vez, una y otra vez, y cada dia. Lo vi tarde, pero lo vi, la similitud con los campos de concentración nazi, el horror que esconde, por idílico que pueda parecer, cualquier tipo de cautiverio o explotación animal. Vi de golpe las noches de infierno buscando entre las sombras a sus hijos vendidos, la desesperación de no saber porque les rapan sus cuerpos, el brillo de sus ojos frente al filo de un cuchillo o en la linea de matadero, el no ser dueñas de algo tan legítimo como lo son sus propias vidas y sus propios cuerpos, tan solo porque nosotras, como opresoras, hemos decidido llamarlas por en cima del hombro ´´animales``.

Los judios, los nazis, los animales no humanos, y los animales humanos, nos parecemos en mucho, todas somos lo mismo, opresores y oprimidos, y carne que se sostiene por sangre, piel y huesos, y sin ningún lugar a dudas todas sentimos, todas queremos que nos pertenezcan nuestros cuerpos.


La historia de horror e injusticia se repite una vez mas, solo que esta vez la ceguera es tan completa que ni tan si quiera lo vemos. Esta vez, es el animal humano el que la justifica bajo su mandato, mirando por en cima del hombro y diciendo como algo vulgar, es que son ´´animales``.